El desafío de llenar el carrito: Comprar en un contexto económico incierto
Cada fin de mes se convierte en un verdadero reto para muchas familias argentinas. La inflación, los altos costos de los alimentos y los cada vez más comunes aumentos de precios en productos esenciales han hecho que la tarea de comprar alimentos y provisiones sea una odisea. En este escenario, donde un sueldo promedio difícilmente alcanza para cubrir todos los gastos mensuales, el ingenio y la planificación se han vuelto aliados indispensables para sobrevivir económicamente.
Estrategias para el ahorro: Encontrar la oferta perfecta
La búsqueda de ofertas y promociones se ha transformado en una actividad regular entre los consumidores. Según un informe de la consultora Kantar, el 65% de los argentinos ajusta su compra según las ofertas del supermercado. “Ya no se trata de ir al supermercado más cercano, sino de buscar dónde están las mejores promociones”, comenta Mariana López, economista del Instituto de Desarrollo Económico y Social. Esta tendencia se ve reflejada en el portal de noticias Minutouno, que destaca cómo las promociones pueden ser una tabla de salvación para el bolsillo de los consumidores durante los últimos días del mes.
Compras inteligentes y planificadas: Un cambio de hábito necesario
Comprender la importancia de planificar las compras semanales y mensual permite optimizar no solo el presupuesto, sino también el tiempo y los recursos. Los expertos sugieren preparar una lista de compras detallada, priorizando productos con precios congelados o que presentan descuentos significativos en cadena de supermercados conocidos como Carrefour o Coto. Este enfoque no solo ayuda a evitar desembolsos innecesarios, sino que también contribuye a subir un poco la cuesta hacia el cierre del mes más tranquilamente. María Rodríguez, madre de tres hijos, comenta: “Si no fuera por los descuentos y las ofertas, seria imposible comprar todo lo que necesitamos para el hogar”.
La brecha entre ingresos y gastos: ¿Una cuestión sin solución?
La diferencia entre lo que ingresa y lo que se gasta mensualmente en una casa promedio sigue siendo un problema sin resolver. En la medida en que se mantenga la disparidad inflacionaria y los salarios no consigan igualar este ritmo, las familias continuarán enfrentándose al dilema de qué priorizar en su lista de supermercado. Agustín Salvia, investigador jefe del Observatorio de Deuda Social Argentina, afirma que “el ajuste entre ingresos y gastos es cada vez más complicado en un escenario donde la inflación no da respiro”.
El panorama no es alentador, pero demanda creatividad y solidaridad ante un contexto que se renueva cada mes con nuevos desafíos económicos. Adaptarse y ser flexible son claves para no quedar a la deriva entre las múltiples obligaciones financieras que imponen una realidad cambiante y muchas veces incluida a los pronósticos económicos anuales.

















